martes, 11 de noviembre de 2014

UNA IMAGEN VALE MAS QUE MIL PALABRAS



Cuantas veces escuchamos esta frase, aunque nos haga eco por ser  solo una teoría, te aseguro que hoy es una práctica.

Como les digo siempre a mis alumnas, una mujer no solo debe ser buena madre, buena hija, buena amiga, buena esposa,  sino que también debe tener “buena imagen”.

Tiempo atrás  ser una excelente profesional significaba tener el  pasaporte al éxito, hoy eso no es suficiente. Las empresas cada vez más me consultan o requieren mi capacitación  para que sus empleadas aprendan sobre el arte del vestir.

La  imagen de los empleados es importante, porque  habla de la seriedad y  la solvencia que tiene una empresa. Cada vez son más los responsables del departamento de Recursos Humanos que miran y evalúan  los equipos de los futuros empleados de la empresa.

En la  realidad está comprobado que en los primeros 30 segundos realizamos una evaluación de la persona, es decir, antes de que comience a hablar.

Hoy existe la necesidad de  trabajar con mi imagen para el puesto que quiero, para la vida que deseo y para cualquier objetivo que quiera conquistar.




¿Qué significa tener buena imagen?
 
Sentirme perfecta  con cada prenda elegida, que los colores que combino me beneficien y  el accesorio sea acorde a mi personalidad. Ser una mujer actual y elegante más allá de las tendencias, que me vista de acuerdo a mi edad y que por sobre todas las cosas me respeten.



¿Qué logro con una buena imagen?
 
Sentirme cómoda con cada equipo y poder encontrar el look adecuado para cada ocasión. Es decir, puedo hallar todos los días en el guardarropa  los equipos que necesito, que revelen  quien soy y que por sobre todas las cosas inspiren confianza.







¿Cómo se logra esto? 

Todo requiere  esfuerzo y  que sepas encontrar un buen profesional que te guie en esta transformación. 

Descubrir “tu imagen” vale la pena y lo digo con conocimiento de causa. En mi historia personal, hubo un antes y un después de haber podido exteriorizar quien soy con lo que llevo puesto.

Te invito a intentarlo, a probar la  gran diferencia que existe entre una buena imagen y otra que no lo es tanto.

Cuando te sentís bien y segura de vos misma, vibras y eso  no tiene precio. La oportunidad  de explorar lo mejor de vos es ahora. ¿Te animas a pasar por las manos de una Asesora de Imagen?



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